A pocos días del comienzo de las rebajas es posible que ya tengas unas wishlist mental (o física) con algunos caprichos que actualizarán tu armario. Para no arrepentirte de ninguna compra, lo mejor es apostar por prendas prácticas. Esto no quiere decir que tengan que ser básicas o aburridas sino que se trate de propuestas que vayamos a utilizar con frecuencia, a ser posible que respete la regla de los 30 usos, que apunta al número de veces que deberíamos llevar una prenda para evitar que su compra no sea rentable. En este sentido los vestidos mini pueden ser una de las inversiones más versátiles ya que, eligiendo la creación adecuada, podrás llevarlos de un look de trabajo a una cena con amigas. En la imagen, la italiana Valentina Ferragni con un vestido camisero de Etro.